Domingo 14 de agosto de 2005
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Habilitan el Colegio Mariano Acosta
Podrán volver a dictarse clases
La justicia porteña autorizó la apertura del Colegio N° 2 Mariano Acosta, cuyos 1800 alumnos habían sido derivados a otros establecimientos por no cumplir el edificio con condiciones mínimas de seguridad.
Ante un reclamo de madres de alumnos, el juez Fernando Juan Lima levantó la medida cautelar que impedía dictar clases tras comprobar personalmente, anteanoche, que ya se realizaron los trabajos de reparación de la red de gas, así como otras medidas exigidas. Tomó la decisión tras una recorrida efectuada acompañado por personal de bomberos en la sede de General Urquiza 277. De este modo, el colegio está en condiciones de retomar la actividad pasado mañana, tras el feriado de mañana.
En la inspección, el magistrado corroboró la instalación de 15 nuevos equipos de gas, la disminución de la altura de los techos, el embutido en la pared de cables que estaban sueltos y la designación de agentes para controlar el tema de la seguridad.
La clausura
La suspensión del dictado de clases había sido dispuesta por el propio juez Lima el 8 de julio último, luego de que un grupo de padres presentara una medida cautelar por el estado en que se encontraba el edificio, a raíz de obras iniciadas el año pasado.
En su resolución, el juez Lima concluyó que "no existiría riesgo inminente", siempre que se mantuviera el corte del suministro de gas, dado que "la falta de calefacción no impide el restablecimiento de las clases". Destaca, sin embargo, la "exclusiva responsabilidad de la Secretaría de Educación y su propia ineficacia en la generación de la situación planteada".
Hizo referencia en los fundamentos de su fallo a "los aparentes intentos de mostrar el asunto como una interna entre padres o como una cuestión que dependía de un tercero ajeno (en el caso, Metrogas)".
Al explicar las razones de la anterior clausura, el magistrado sostuvo que "frente a la tensión entre el derecho a la seguridad y una posible y eventual afectación del derecho a la educación (que, en los hechos, se habría terminando configurando -al menos en parte- debido a los propios medios escogidos por el poder administrador) parecía razonable privilegiar el primero".
"Ahora -añadió- la administración ha probado haber cumplido casi todas las condiciones a las que se sujetó el dictado de clases en la Escuela Mariano Acosta. Sólo faltaría el retorno del gas (y, por ende, de la calefacción) en un sector del edificio".
Ante un reclamo de madres de alumnos, el juez Fernando Juan Lima levantó la medida cautelar que impedía dictar clases tras comprobar personalmente, anteanoche, que ya se realizaron los trabajos de reparación de la red de gas, así como otras medidas exigidas. Tomó la decisión tras una recorrida efectuada acompañado por personal de bomberos en la sede de General Urquiza 277. De este modo, el colegio está en condiciones de retomar la actividad pasado mañana, tras el feriado de mañana.
En la inspección, el magistrado corroboró la instalación de 15 nuevos equipos de gas, la disminución de la altura de los techos, el embutido en la pared de cables que estaban sueltos y la designación de agentes para controlar el tema de la seguridad.
La clausura
La suspensión del dictado de clases había sido dispuesta por el propio juez Lima el 8 de julio último, luego de que un grupo de padres presentara una medida cautelar por el estado en que se encontraba el edificio, a raíz de obras iniciadas el año pasado.
En su resolución, el juez Lima concluyó que "no existiría riesgo inminente", siempre que se mantuviera el corte del suministro de gas, dado que "la falta de calefacción no impide el restablecimiento de las clases". Destaca, sin embargo, la "exclusiva responsabilidad de la Secretaría de Educación y su propia ineficacia en la generación de la situación planteada".
Hizo referencia en los fundamentos de su fallo a "los aparentes intentos de mostrar el asunto como una interna entre padres o como una cuestión que dependía de un tercero ajeno (en el caso, Metrogas)".
Al explicar las razones de la anterior clausura, el magistrado sostuvo que "frente a la tensión entre el derecho a la seguridad y una posible y eventual afectación del derecho a la educación (que, en los hechos, se habría terminando configurando -al menos en parte- debido a los propios medios escogidos por el poder administrador) parecía razonable privilegiar el primero".
"Ahora -añadió- la administración ha probado haber cumplido casi todas las condiciones a las que se sujetó el dictado de clases en la Escuela Mariano Acosta. Sólo faltaría el retorno del gas (y, por ende, de la calefacción) en un sector del edificio".
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