jueves, 18 de septiembre de 2008

Declaración contra la violencia de los hechos acaecidos el 16 de septiembre

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Soy Felipe Alejandro Vega Terra, alumno del Mariano Acosta de 4º 7ª, delegado del Centro de Estudiantes del Mariano Acosta y militante independiente. Al igual que Irene, la madre golpeada, viví los hechos narrados por los compañeros de Sudestada. Debo decir, en honor a la verdad, que la versión que Matías Rey enuncia es blasfema e hiriente: porque falta a la verdad y es parcial, y porque hiere la integridad y el bienestar ético y moral de los militantes honestos que desde hace años soportamos las maquiavélicas estrategias de su partido (el PTS) y, sobre todo, del Partido Obrero.
Lo que vivimos el martes fue una clara discriminación política: el Partido Obrero, auxiliado por algunos compañeros aislados y mayormente por sus militantes, tomó la definición política de que una agrupación de estudiantes secundarios quedara aislada de la movilización y de la Plaza de Mayo, victimizándose falsa y descaradamente, y luego haciendo de lo que debería ser un acto en conmemoración a los que nos precedieron en la lucha y pagaron con su vida, un acto partidario, donde cada uno de sus "cuadros" pudo orar, manifestando canalladas de Sudestada, y censurando claramente a una compañera de esa agrupación que intentó expresarse. Por otra parte no puedo callarme, que durante el tiempo que estuve en el lugar los hechos debí tolerar, no solo la agresión hacia una madre de mi colegio (y su seguida acusación de que se "tomara el palo porque sos del Acosta, y ahí esta Lerner -un miembro del Centro, y sobre todo un compañero- que es de Libres del Sur") sino que debí escuchar cómo los canallas del Partido Obrero les gritaban que eran los negros que habían matado a Kosteki y Santillán, que eran unos pobres y unos indios. Si, los fantásticos y maravillosos pseudo intelectuales del PO con un maravilloso discurso repleto de la peor xenofobia neonazi. Y les repito, la escena fue atroz: ahí ante mis propios ojos los jóvenes baluartes de una izquierda que se cree portadora de una verdad revolucionaria y omnipotente, estaban aislando física y simbólicamente a un centenar de compañeros de los barrios más humildes del conurbano bonaerense, chicos que viven en las mismas condiciones que los pibes porteños que el Macrismo dejó sin beca y sin escuela, pibes que viajaron una hora y media en tren para marchar con su centro de estudiantes detrás de una bandera (la de Sudestada) que los representaba. Son esos pibes cuyas vidas se ven cruzadas por la violencia más atroz y sistemática, que no es precisamente la física, es la de un sistema perverso que no les permite ser felices, que no les permite estudiar, que no les permite vivir. Ese centenar de pibes no son producto del clientelismo y del aparato, son producto de una fuerza de voluntad que les hace pelear de pie contra el destino que la sociedad ya tenia escrito para ellos. El aparato y la violencia son atributos exclusivos de esta izquierda cuyo protagonista es hoy el Partido Obrero; un Partido que tiene practicas divisionistas, destructivo y totalitarias, que salio en los colegios que estaban tomados a proponer desmovilizarse, metiendo medio a los pibes, llamando a no movilizar en la histórica jornada del 29 de agosto, propiciando el acuerdo personal, vil y mezquino que proponían los esbirros macristas (Y aquí cito a Fernando Ramal y Marquitos del colegio Urquiza, que salieron a defender esta tranza, atendiendo a las necesidades de su partido, que había sido excluido claramente del movimiento estudiantil). Que casualidad que luego de tal desprestigio, inventen un escándalo de prensa amarilla, cual manotazo de ahogado, para intentar enemistarse con una agrupación que viene construyendo desde abajo.
Siento por otro lado, un dolor enorme por los compañeros independientes que han salido a avalar esta bajeza. Creo que hoy más que nunca debemos darnos cuenta de la política estratégica de un partido que persigue según su conveniencia, olvidándose de los ideales que dicen tener. En toda esta lucha ha quedado claro quien es el Partido Obrero, por eso hoy más que nunca llamo con orgullo compañeros a los militantes de Sudestada y hago un llamado a solidarizarse con ellos.

Hasta la Victoria Siempre

Felipe A. Vega Terra
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4 comentarios:

gabrielaa. dijo...

estoy demasiado vieja para entender las divisiones de "la izquierda" en este bendito país. (apenas las entendía cuando tenía tu edad, Felipe, en plena dictadura.)

pero para mí la izquierda representa los valores más altos del ser humano: la generosidad la escucha la belleza la dignidad

y quien levanta la mano o la palabra para agredir a su hermanx, no es "de izquierda"

abrazos

kumgang dijo...

Estimado: me alegra que hayas vivido esa experiencia, así podrás comprender por qué en este país NADA funciona, NUNCA, desde hace más de 50 años...ahora está en tus manos y las de tus contemporáneos desarrollar un nuevo modo de actuar. Vos hablás en tu relato de palabras en las que aun creo, ética, por ejemplo. Un nuevo modo de actuar sería dejar de pensar en fragmentos, en sectores, en clases. Justo al revés de la ideología, arcaica y hueca, del PO. El mundo ha cambiado hace rato y aquí parece que no nos enteramos todavía.
A Gabriela: esos altos valores del ser humano están en el ser humano, de cualquier hemisferio y zona, no sólo en la izquierda. Pensar el mundo en izquierda y derecha no es más que prolongar la ignorancia que nos lleva al sufrimiento y la decadencia.

Anónimo dijo...

felipe, anda a tomar el nesquik!

Anónimo dijo...

Creo la historia, por lo menos más actual, del movimiento estudiantil en esta ciudad demuestra, y sin lugar a dudas, que mientras existan, por dentro de él, fuerzas políticas ajenas en parte a los objetivos de nuestro sector (el de los estudiantes), siempre intentarán, por los medios que sea, de imponer su linea, sus métodos, sus intereses y su ideología que, cuanto más poder adquieren, más dogmática se vuelve.
Hablo en general, porque ayer fue el PO, tal vez mañana sea SUDESTADA, ¿quién sabe? La clave está en que pueda existir una militancia partidista que no quiera imponer mediante la coerción, aquellos rasgos políticos que conforman su identidad, cualquiera ésta sea, sino que se pueda convivir pluralmente, paara que el Movimiento Estudiantil adquiera finalmente la autonomía que, gracias a las luchas que ha llevado a cabo, bien ganada tiene.

Y ESA INTENCIÓN PLURALISTA HOY NO EXISTE: NI EN EL PO, NI EN SUDESTADA, NI EN NINGUN PARTIDO POLÍTICO.