Para: gmorgade@capital.rffdc.edu.ar
Asunto: PEDIDO DE SOLUCION
Estimada Lic. Morgade
En nuestra condición de padres de una alumna de la Escuela Mariano Acosta, solicitamos a Ud., en su calidad de Directora General de Educación Superior del GCBA, que implemente los medios necesarios para que los estudiantes (de todos los niveles) de dicha institución reinicien las clases de una manera pedagógicamente adecuada e institucionalmente prolija,
La comunidad de la escuela necesita información certera y confiable (a través de un comunicado por escrito) respecto de cuáles son las medidas que se van a tomar, cuál será su duración y las previsiones respecto de las contingencias que pudieran presentarse.
La realidad demuestra que hasta ahora se han realizado estimaciones infundadamente optimistas, dejándose demasiadas cosas al azar, el cual ha resultado adverso a las expectativas facilistas. Nuestros hijos no son paquetes, que pueden ser depositados en cualquier lado ni deambular "como bola sin manija". Querer hacer ver que las clases han comenzado en forma normal, llevándolos a ver películas o contándoles cuentos que nada tienen que ver con su correcta instrucción, no es un ejemplo aceptable para ser dado a los educandos (especialmente a los de nivel Secundario y Terciario); que -además- tampoco 'compran' tal versión de "normalidad". Tampoco es buen ejemplo declarar mendazmente que "a último momento surgió un problema con el gas" o que la escuela "no se abre porque el Juez no volvió a inspeccionarla"; tales manifestaciones sólo resultan funcionales a la Empresa Constructora, haciendo parecer que las autoridades gubernamentales olvidan que su primer dedicación debe ser hacia los ciudadanos.
Creemos que resulta excesivo el caos que se ha ocasionado por las inconductas empresariales, las inacciones institucionales, la distorsión de los objetivos de la obra, el mal manejo de los tiempos, etc. Este emprendimiento no debería haber tenido tantos contratiempos, casi todos podrían haberse evitado sí cada quien hubiera cumplido fielmente su rol.
Recurrimos a su bonhomía y a su calidad académica para que arbitre soluciones concretas, efectivas e inmediatas.
La comunidad de la escuela necesita información certera y confiable (a través de un comunicado por escrito) respecto de cuáles son las medidas que se van a tomar, cuál será su duración y las previsiones respecto de las contingencias que pudieran presentarse.
La realidad demuestra que hasta ahora se han realizado estimaciones infundadamente optimistas, dejándose demasiadas cosas al azar, el cual ha resultado adverso a las expectativas facilistas. Nuestros hijos no son paquetes, que pueden ser depositados en cualquier lado ni deambular "como bola sin manija". Querer hacer ver que las clases han comenzado en forma normal, llevándolos a ver películas o contándoles cuentos que nada tienen que ver con su correcta instrucción, no es un ejemplo aceptable para ser dado a los educandos (especialmente a los de nivel Secundario y Terciario); que -además- tampoco 'compran' tal versión de "normalidad". Tampoco es buen ejemplo declarar mendazmente que "a último momento surgió un problema con el gas" o que la escuela "no se abre porque el Juez no volvió a inspeccionarla"; tales manifestaciones sólo resultan funcionales a la Empresa Constructora, haciendo parecer que las autoridades gubernamentales olvidan que su primer dedicación debe ser hacia los ciudadanos.
Creemos que resulta excesivo el caos que se ha ocasionado por las inconductas empresariales, las inacciones institucionales, la distorsión de los objetivos de la obra, el mal manejo de los tiempos, etc. Este emprendimiento no debería haber tenido tantos contratiempos, casi todos podrían haberse evitado sí cada quien hubiera cumplido fielmente su rol.
Recurrimos a su bonhomía y a su calidad académica para que arbitre soluciones concretas, efectivas e inmediatas.
Quedando a la espera de su respuesta, la saludan atte.:
Stella M. G. de Cristal y Luis A. Cristal.
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