viernes, 21 de septiembre de 2007

Discurso de Diego Fernández

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21 de septiembre de 2007

Autoridades, padres, alumnos…

Lo padecido por nosotros en este ciclo lectivo hizo que tengamos que organizar este acto con carácter de mega-evento. Debemos evocar a más de una figura o acontecimiento de Nuestra historia. ¿Por dónde empezar con tanto por hacer y por decir? El denominador común que encontramos en Belgrano, San Martín y Sarmiento es su faceta como educadores. Quienes no lo hicieron desde las aulas, lo transmitieron con sus acciones ejemplares, renunciamientos, donaciones y entrega desinteresada. Los recordamos por lo que construyeron o intentaron construir: UN PAIS; en el que dejaron su huella. ¿Qué pensarían ante una realidad como la que nos toca vivir? ¿Qué imagen nos dan hoy aquellos que deben representarnos y administrar el poder que temporariamente les otorgamos como ciudadanos? Nos dan una imagen lamentable. Intentan minimizar la educación con su desinterés, irresponsabilidad, falta de idoneidad y ambición desmedida. Dos Jefes de Gobierno, cuatro Ministros de Educación en la Ciudad, una serie innumerable de funcionarios de segunda línea, una autoridad escolar ausente, una empresa criminal y mucho dinero de por medio, nos han privado de dos de nuestros valores más preciados: nuestro tiempo y nuestra escuela. Abusaron de nuestra paciencia, desmerecieron nuestro trabajo, nos engañaron en nuestra confianza y estafaron nuestra buena fe. Pero lo peor, es que ejercieron la peor forma de violencia: LA MENTIRA. Violencia es mentir, no sólo apalear o hambrear. Pareciera que algunos no entienden la diferencia entre construir o destruir. Deberían estudiar historia. Y como no saben de ella no conocen el sentimiento que inspira ser parte del MARIANO ACOSTA. El Mariano Acosta, sépanlo, no es sólo el edificio que intentaron mutilar y que no se derrumba con facilidad. El Mariano Acosta somos todos nosotros, los que lo hacemos día a día y lo sostenemos ante las adversidades, sin demagogias. Por eso, el privilegio de Pertenecer se vio, durante este tiempo, reflejado en el otro, en cada uno de los chicos, en el alumno, en el compañero, en todos aquellos que pusieron el hombro para allanar el camino y no entorpecerlo. Fuimos rehenes de una empresa y funcionarios corruptos e irresponsables, fuimos objeto de la burocracia, del desarraigo y la intimidación: “Arbitren los medios necesarios para garantizar el servicio”. ¿Y el costo? Lo pagan los demás. Y en última instancia nos condenaron a la soledad. ¿Quién se hace cargo? O ¿es que seremos y seguiremos siendo víctimas de la impunidad? La alegría de volver a casa, no es completa. Será así cuando se identifique y castigue a los que cometieron tantos actos criminales. Tal vez pudieron desalentarnos, pero no pudieron diezmarnos. Este sentimiento, este compromiso, trasciende los muros, nos supera, nos proyecta al futuro y nos mantiene en el tiempo. 133 años haciendo historia, una historia y un presente con la convicción de que el saber es lo que nos permite soñarnos y pensarnos libres porque los que vienen detrás seguirán levantando la misma bandera y la llevarán aún más lejos.

Muchas gracias.

Preparado y leído por el maestro Diego Fernández

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como alumna del Mariano Acosta, estoy orgullosa del discurso leìdo por mi profesor Diego Fernàndez. Es verdad que la comunidad del Mariano Acosta nos sentimos parte de nuestro colegio y puede caerse un techo, pero nunca nos aplastaràn.
Aplausos para todos los profes y el mio en particular.

Florencia Catvin 6ºC

Anónimo dijo...

Hola!