Carta Abierta de Iair a la Comunidad Educativa

Los tiempos que estamos atravesando todos los que integramos la comunidad educativa del Mariano Acosta son críticos. Sin nuestro edificio, con promesas vacías, firmas y firmas, tomadas de pelo, irregularidades, notoriamente una improvisación para una situación como ésta, de emergencia ya que como todos sabemos, los estudiantes estamos divididos en nada menos que 7 sedes. El desgaste de los viajes, del madrugar más para algunos, de las Asambleas, la insistencia, la frustración y resignación en el caso de los docentes del primario que no pueden hacer más que ver cómo sus alumnos van abandonando la cursada del Mariano Acosta, la bronca de los padres, la bronca de los pibes. En el secundario, los alumnos están padeciendo una situación que todos habrán podido contemplar en mis videos. Por supuesto, generalizando. Cuando grabé esos testimonios y armé esos videos, mi idea era la de mostrar que los estudiantes del Mariano Acosta no están teniendo horas de clase con normalidad, -lo que no es un fenómeno nuevo-, y sumado a una situación que se dio simultáneamente que fue la rigidez que de pronto adoptaron las autoridades con respecto a las faltas y llegadas tarde, -poniendo una falta entera a quienes llegaban 8:15, y que al subir al aula se encontraban con que no había nadie dando clase-. Pero más allá de los nombres de esos profesores que no concurren al colegio, (concuerdo con la madre que dijo que hay gente que quizá no debiera tocarle pero que se la metió en la misma bolsa, aunque no era ese el objetivo) es importante que muchos tengan un mayor panorama del asunto: las autoridades del colegio, incluyendo al cuerpo docente, están con un gran nivel de susceptibilidad y ante una situación tan crítica como ésta, tienen miedo de que cualquiera sea su manera de actuar, sea con un dicho o declaración, sea tomado “fuera de contexto”. Esa es mi manera de ver las cosas, en uno de los videos de los cortes de calle durante la asamblea permanente de 48 Hs., se dice que los docentes son corporativistas, y eso quizá se vio reflejado en la toma de la Jefatura de Gobierno, donde no tuvimos el apoyo ni el acompañamiento de ningún docente secundario. Cuando empecé a filmar, y hasta ahora, ningún profesor ha querido darme una declaración u opinión personal frente a la cámara, ni de casualidad. Tal es así como que mi cámara en el colegio y la difusión de los videos consiguieron ser un disparador de alboroto dentro de las autoridades del colegio, que usaron las fugaces (y autorizadas) apariciones de la profesora Rosa Ciccone y el profesor Diego Sosa para agarrársela con preceptores porque había un chico filmando a los profesores, subiendo esas filmaciones a internet sin autorización, siendo poco objetivo y llegando al punto donde Papalardo me pidió que no se saquen de contexto las cosas (incluso me comentó la posibilidad de llamar a mis padres para que se hicieran cargo de lo que estoy haciendo, es curioso que pidan su firma para esto, pero que jamás hayan pedido a ningún padre que firme una autorización para que quede formalizado que no estamos teniendo clase en el edificio normal sino en una sede con otra dirección). ¿A qué voy con esto? Antes de tener que bancarme dentro del colegio las caras de mal humor, los comentarios por lo bajo y las miradas de refilón de los profesores, como si fuera lógico agarrársela conmigo y con mis videos mientras que estos últimos son la voz de muchos alumnos (y yo creo que son una realidad), propongo que cualquier docente o autoridad del colegio que se haya sentido ofendido, vulnerado, acosado, u opine que los videos no son objetivos con respecto a la situación, tenga la oportunidad de réplica frente a mi cámara para aportar voces a esto que está pasando.

Desde ya, gracias por el espacio y a quienes se tomaron el tiempo de ver los videos.

Facundo Iair Attías