martes, 4 de septiembre de 2007

Llegan anónimos al blog...

Anónimo dijo...

A toda la comunidad educativa del MARIANO ACOSTA.

Los docentes del nivel medio de la Escuela Normal queremos expresar nuestro desagrado ante la situación creada por la difusión de imágenes tomadas por un alumno de nuestro establecimiento el día 28 de agosto de 2007, en la sede de la calle Piedras. Lejos está en nuestro animo enfrascarnos en una discusión inútil respecto de lo legal o no de la filmación realizada sin el conocimiento de las autoridades de la escuela, pero si debemos expresar nuestra opinión respecto a lo mostrado por las imágenes. Debemos aclarar que la filmación fue realizada casi exclusivamente en las aulas de quinto año, cuando la mayoría de los alumnos de estos años se encuentran en su viaje de egresados y se refieren a la inasistencia de dos o tres docentes que ese día estuvieron ausentes, es decir no concurrieron por cuestiones de su órbita personal a desempeñar sus tareas en el establecimiento, es por ello que querer usar esas imágenes como una muestra de que nuestros alumnos no reciben clases es como mínimo, un intento mal intencionado de ensuciar el esfuerzo y dedicación que venimos poniendo TODOS docentes y alumnos desde el comienzo de esta situación . Cabe preguntarnos el porque no se filma el resto de los cursos de 1º a 4º año recibiendo sus clases en situaciones que no son las ideales, o a los docentes de idioma dando clases en los pasillos ante la ausencia de lugares para desdoble o compartiendo el aula con otro idioma, las clases en el sector del bar ( en pleno invierno) o en los patios o en las escaleras. Lamentamos la mala voluntad en las interpretaciones que se le han dado a imágenes que no expresan ni se condicen con la realidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

UNA MANCHA MAS AL TIGRE (MARIANO) ACOSTA
El 21 de septiembre pasado, mi hijita de 14 años y alumna de la escuela Mariano Acosta, se dispuso con entusiasmo a celebrar el día del estudiante con sus compañeros de curso.
Volvió temprano y muy triste. Nos contó que un adulto joven, Christian Ezequiel Soria, la había estado persiguiendo con crueles burlas referidas a su condición de portadora de v.i.h y que ése mismo día del estudiante, Soria se presentó en el lugar donde ella se hallaba cele-brando con sus amigos, y comenzó a repartir preservativos y folletería (que el gobierno de la ciudad estaba repartiendo entre los jóvenes con fines de prevención) pregonando, en tono de broma y a viva voz, que eso lo hacía para que, quienes rodeaban a mi hija en ése mo-mento, “se cuidaran de la sidosa”. Con risa perruna, se fue.
Tuvo la vileza de utilizar el valioso material de prevención para discriminar y herir a mi hija. Tuvo la cobardía de hacerlo con una menor indefensa.
Cuando mi hija nos cuenta lo sucedido, nos invadió un inmenso dolor. Pero decidimos en-frentar la situación y exigir el castigo no sólo para el cobarde agresor sino también para quien había propagado la información de que mi hija es portadora de v.i.h. La ley especifica claramente que éste tipo de datos no pueden ser divulgados, precisamente para que no caiga en manos de bestias.
En la comisaría 8va. fueron reticentes a tomarnos la denuncia e insensibles al tema de la discriminación. El oficial que estaba en ése momento detrás del mostrador, me preguntó: ¿qué es el INADI?. Afortunadamente, ganó nuestra insistencia y una amable oficial mujer nos tomó la denuncia.
¿Cómo supo Christian Soria que mi hija era portadora de v.i.h? Miryam Yaya, esposa del maestro Jorge Valussi del 1er. grado de la escuela Mariano Acosta, se tomó el trabajo de realizar una cadena telefónica para advertir a las madres de los compañeros de mi hija que “se cuiden” de ella. Pronto se hizo vox populi y mi hija fue estigmatizada. Soria tomó en-tonces la información para hostigarla.
Mi hija fue alumna del Mariano Acosta desde el 1er. grado y hasta el año pasado, que a punto de pasar al 2do. año de la secundaria, se sintió obligada a cambiar de escuela por lo ocurrido. Algunos maestros que fueron docentes de mi hija sabían de su condición. Todos fueron discretos y solidarios. Excepto el “maestro” Jorge Valussi que ni siquiera fue docen-te de ella pero divulga, con el objeto de discriminar, que mi hija es portadora de v.i.h. Do-blemente grave por tratarse de un maestro ¡pobres alumnos!
Cabe destacar que en la escuela Mariano Acosta, el Subregente Daniel Cibeira aparece ava-lando lo sucedido y apoyando al discriminador.
Además de cambiar de escuela, mi hija tuvo que cortar de manera traumática con su grupo. Sufrió repetidas infecciones y bajó de peso. Está bajoneada y nuestra familia sufrió mucho.
De todas formas, es una chica que afrontó toda esta dolorosa experiencia con una asombro-sa integridad y dignidad. Sobre todo dignidad.
La denuncia recayó en la Fiscalía Contravencional nº 1 del Gob. de la Ciudad y estamos esperando que resuelva. También hicimos la denuncia en el INADI y en la Junta de Disci-plina del Ministerio de Educación.
Esperamos que se haga justicia. Queremos que se castigue a todos los responsables y que se tome conciencia acerca del profundo dolor que se produce cuando se discrimina a otra per-sona.

Anónimo dijo...

La "niña" de la que se habla,y recuerdo muy bien ese caso,se acostaba con todos los muchachos que podía,sin protección alguna,sabiendo que portaba el virus de vih.Las personas que fueron acusadas no tuvieron nada que ver en lo que hizo ese tal Soria,pero bueno,siempre debe haber un chivo expiatorio en estos casos....El matrimonio en cuestión salió sobreseído del caso por la presentación de testigos falsos el el juicio por parte de los que escribieron el anónimo...La verdad,sí,se hizo justicia...